En este capítulo, espero aportar a quien lee una serie de elementos concretos para reflexionar lo que ha traído el último ciclo hiperbólico de las tecnologías emergentes. En este ciclo, que ha comenzado antes de la IA-Gen, nuestra sociedad (desde sus aparatos de gestión política a los desarrolladores de tecnologías, pasando por las instituciones y comunidades educativas) más que nunca se han focalizado en la factibilidad de acceso y uso de grandes cantidades de datos digitales, para, a través del uso de algoritmos, adoptar automatismos educativos. Pasaremos de la promesa tecnológica a sus problemas, desde una perspectiva de justicia social y ética, para llegar a un punto más bien evidente: que la educación (como cualquier proceso umano) es algo complejo, pletórico de elementos no bien definidos o ambiguos, de efectos indeseados, de problemas no imaginados al inicio de una tarea. Es decir, toda una serie de elementos que complican infinitamente una pedagogía pretendidamente algorítmica. Sin embargo, no renunciaremos a colocar la tecnología en su espacio de positiva mediación del quehacer humano y educativo: sin pensar en ésta como herramienta única, sino como instrumento que integra profundamente en nuestro modo de comprender, vivir, relacionarnos, y desear la utopía.
¿Pedagogía Algorítmica? Complejidad y ética en el uso de las tecnologías inteligentes en la educación
Juliana Elisa Raffaghelli
2024
Abstract
En este capítulo, espero aportar a quien lee una serie de elementos concretos para reflexionar lo que ha traído el último ciclo hiperbólico de las tecnologías emergentes. En este ciclo, que ha comenzado antes de la IA-Gen, nuestra sociedad (desde sus aparatos de gestión política a los desarrolladores de tecnologías, pasando por las instituciones y comunidades educativas) más que nunca se han focalizado en la factibilidad de acceso y uso de grandes cantidades de datos digitales, para, a través del uso de algoritmos, adoptar automatismos educativos. Pasaremos de la promesa tecnológica a sus problemas, desde una perspectiva de justicia social y ética, para llegar a un punto más bien evidente: que la educación (como cualquier proceso umano) es algo complejo, pletórico de elementos no bien definidos o ambiguos, de efectos indeseados, de problemas no imaginados al inicio de una tarea. Es decir, toda una serie de elementos que complican infinitamente una pedagogía pretendidamente algorítmica. Sin embargo, no renunciaremos a colocar la tecnología en su espacio de positiva mediación del quehacer humano y educativo: sin pensar en ésta como herramienta única, sino como instrumento que integra profundamente en nuestro modo de comprender, vivir, relacionarnos, y desear la utopía.Pubblicazioni consigliate
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