En el frontispicio de la Historia general del Reino de Chile, Flandes indiano, del jesuita español Diego de Rosales, terminada de redactar en 1674 y publicada por primera vez por Benjamín Vicuña Mackenna en tres volúmenes entre 1877 y 1878, se indica lo siguiente sobre el autor: “Dos veces provincial de la Viceprovincia de Chile, calificador del Santo Oficio de la Inquisición y natural de Madrid” (Rosales, Historia general). Del mismo modo, en los preliminares del libro, exactamente en una de las aprobaciones del manuscrito, realizada por fray Valentín de Córdova, provincial de la provincia de San Lorenzo de Chile de la Orden de Predicadores, se insiste en subrayar su condición de «calificador» de la Inquisición. Lo mismo sucede con la aprobación del agustino Alonso de Salinas y Córdova, provincial de la orden, y con el jesuita Nicolás de Lillo, rector del Colegio de Concepción y comisario del Santo Oficio de la Inquisición en el obispado de La Imperial (Tampe 157). Todos, de modo transversal, indican ese dato. Asimismo, la censura del manuscrito, redactada por Francisco Ramírez de León, deán de la catedral de Santiago de Chile y también comisario2 del Santo Oficio, indica una vez más su condición de «calificador»
El jesuita sin ‘manchas’ de sangre. El calificador inquisitorial Diego de Rosales (Santiago, Lima, Toledo, 1662-1663
Gaune, Rafael
2018
Abstract
En el frontispicio de la Historia general del Reino de Chile, Flandes indiano, del jesuita español Diego de Rosales, terminada de redactar en 1674 y publicada por primera vez por Benjamín Vicuña Mackenna en tres volúmenes entre 1877 y 1878, se indica lo siguiente sobre el autor: “Dos veces provincial de la Viceprovincia de Chile, calificador del Santo Oficio de la Inquisición y natural de Madrid” (Rosales, Historia general). Del mismo modo, en los preliminares del libro, exactamente en una de las aprobaciones del manuscrito, realizada por fray Valentín de Córdova, provincial de la provincia de San Lorenzo de Chile de la Orden de Predicadores, se insiste en subrayar su condición de «calificador» de la Inquisición. Lo mismo sucede con la aprobación del agustino Alonso de Salinas y Córdova, provincial de la orden, y con el jesuita Nicolás de Lillo, rector del Colegio de Concepción y comisario del Santo Oficio de la Inquisición en el obispado de La Imperial (Tampe 157). Todos, de modo transversal, indican ese dato. Asimismo, la censura del manuscrito, redactada por Francisco Ramírez de León, deán de la catedral de Santiago de Chile y también comisario2 del Santo Oficio, indica una vez más su condición de «calificador»Pubblicazioni consigliate
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